Por Ana García y Alejandra Aguilar
La cancha de fútbol de la
IBERO se convirtió en una fiesta
de equidad
de género el pasado sábado 12 de
noviembre porque cuatro equipos de mujeres, la mayoría ya mamás, jugaron fútbol 7. Entre los
equipos, jugaron egresadas que en su momento formaron parte de la selección de
fútbol femenil de la universidad.
Por iniciativa
de egresadas con el proyecto Nosotras
también jugamos, de la organización She
Wins México y la campaña He for She
México, más de cuarenta mujeres acudieron a la cancha para retomar el juego
o para formar por primera vez parte de un equipo de fútbol. Todas demostraron
que la edad no es una limitante para un amague o tiro a gol, que sudar la
camiseta en un partido es una experiencia que motiva, procura salud e incluso,
revela la verdadera belleza de las mujeres.
El impacto de un
partido de fútbol de mujeres es inmediato, porque una mujer que se
inspira en la cancha, encuentra una energía especial que se lleva consigo a su
vida diaria, que sin duda, mejoran su bienestar físico y emocional. Mientras
juegan las mamás se imprime una huella de equidad de género en toda la familia,
porque se diluyen estereotipos en los hombres cercanos y porque los hijos, ya sean niños o niñas,
aprenden del ejemplo, asumiendo como
algo natural que las mujeres tengan oportunidad de practicar un deporte.
Por todo esto,
aún cuando
el equipo de egresadas de la Ibero anotó más goles en el cuadrangular, los
otros equipos de mujeres también ganaron: mamás del Colegio
Asunción, mamás del Colegio Alemán Lomas Verdes y mamás del Colegio Cumbres.
Gracias a la
Ibero: ¡Las mujeres ganaron! ganaron sus hijos, ganaron las familias, ganamos
todos.
Proyecto “Nosotras también jugamos”
Jugando futbol queremos empoderar a las
mujeres,
para mejorar su salud y calidad de vida.
Excelente iniciativa!
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