¿Qué significa ser apache en el siglo XXI? Continuidad y cambio de los lipanes en Texas
Autor: Dr. José Medina González Dávila (Doctora en Antropología Social, Universidad Iberoamericana)
Sinopsis
Uno de los grupos amerindios más
representativos del norte de México y del Suroeste de Estados Unidos es
constituido por los apaches. Éstos, icónicos en la historia y dinámica regional
en la región fronteriza, son irónicamente una de las etnicidades de las que
menos información se tiene en la antropología contemporánea, ya que durante el
siglo XIX y principios del XX fueron objeto de un proceso de exterminio tanto
en nuestro país como en nuestro vecino del norte. Actualmente, de los siete
grupos que integraban este macro-grupo amerindio el Gobierno Federal de Estados
Unidos considera que tan sólo existen pequeños reductos de cinco de ellos,
agrupados en cinco reservaciones federales en Arizona, Nuevo México y Oklahoma.
El grupo más pequeño de los apaches, los lipanes, son considerados como
extintos en Estados Unidos y en México. Sin embargo, la investigación
etnográfica del autor demuestra que en el actual estado de Texas, y en sus
contrapartes mexicanas de Coahuila y Nuevo León, todavía existen pequeños grupos
de apaches lipanes que se han integrado a la dinámica socio-cultural de la
región para sobrevivir. Asediados por una sociedad no-indígena que les rodea,
los lipanes contemporáneos en Texas deben coexistir en un entorno en constante
transformación, y por medio de complejos procesos de adaptación han logrado
sobrevivir y permanecer como un grupo étnico independiente y apegado a sus
tradiciones amerindias.
Este trabajo de investigación
busca presentar cómo los amerindios norteamericanos se encuentran inmersos en
un ciclo constante de continuidad y cambio, que puede entenderse como el cambio
en la continuidad: cambiar y adaptarse a su entorno para permanecer apegados a
su etnicidad y tradiciones. De manera contextual, este trabajo presenta el
entorno socio-cultural del suroeste estadounidense, donde los indígenas se
encuentran sujetos a una intensa discriminación, presiones de su entorno para
integrarse al melting-pot
estadounidense, y el constante riesgo de perder su identidad como indígenas. A
manera de resistencia pasiva, los indígenas estadounidenses han creado
mecanismos de comunicación, de interacción e integración para formar una nueva
identidad en el Estados Unidos del siglo XXI: ser indígena americano.
Finalmente, este trabajo analiza
estos procesos de continuidad, cambio, adaptación, y transformación social de
los apaches lipanes y otros grupos amerindios desde una perspectiva
antropológica, identificando los importantes ejes relacionales entre diferentes
etnicidades indígenas, las cuales mientras que mantienen su propia identidad,
también tienen numerosos puntos de encuentro y vinculación mutua que son
herencia ancestral de sus tradiciones compartidas. Dicha “tradición amerindia”
no sólo les vincula entre sí, sino que también les integra en un complejo
proceso recíproco con numerosos grupos indígenas en México.
Pese a los numerosos y valiosos
esfuerzos de la antropología contemporánea, este trabajo constituye la primer
etnografía de los apaches lipanes, así como la primera investigación antropológica
formal sobre los apaches desarrollada por un mexicano. De igual forma, este
trabajo es el resultado de un proceso de investigación en el noreste de México
(2008-2009) y en el suroeste de Estados Unidos (2009-2010, en los estados de
Texas, Oklahoma, Nuevo México y Arizona) el cual invita a otros investigadores
mexicanos a desarrollar trabajo de campo antropológico más allá de nuestras
fronteras de carácter extendido, integrando así nuevos conocimientos y aportes
a la antropología mexicana.
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