Ciudad de México, a 3 de Marzo de 2018
Ceremonia de
Egresados Licenciatura
Discurso de
la Lic. Adriana de la Peza Vignau
Presidenta de
la Asociación de Egresados de la Universidad Iberoamericana
Muy buenos días a todos:
En nombre de la Asociación de Egresados
de la Universidad Iberoamericana, queremos agradecer la oportunidad de compartir
con ustedes un día como hoy. Sin duda un día muy especial porque es un honor
poder felicitar a 1,032 estudiantes que están aquí y que hoy egresan de esta
casa de estudios.
Junto con ustedes ya somos 70,049
egresados de esta universidad que vivimos y hacemos presencia en 66 países del
mundo. Y es por ustedes, y por su historia que se suma a los 75 años de la
Ibero, que les pido que nos demos otro gran aplauso.
Desde la comunidad de egresados, no sólo
queremos felicitarlos sino también queremos ofrecerles una disculpa.
Nos apena y nos duele decirles que
nuestro propósito no era sólo entregarles sus títulos universitarios, sino
también dejar en sus manos un mejor país; pero no lo hemos logrado.
El país se nos está cayendo.
La pobreza, la violencia, la enorme
desigualdad, la corrupción, la impunidad que hoy enfrentamos en México, el
miedo constante a no ser desaparecidos o asesinados, o la falta de articulación,
objetivos y voluntades comunes para tener un mejor país, son claro ejemplo de
este fracaso.
Nos gustaría decirles a los muchos de
ustedes que, por primera vez votarán en las próximas elecciones, que ahí está
la respuesta.
Nos gustaría decirles, que el efecto
después del sismo permanece; y que desde entonces continuamos igual de
solidarios que cuando retumbó la tierra.
Pero no es así.
Y la verdad es que hoy estamos aquí para
decirles que los necesitamos, que los necesitamos más que nunca. Que antes de
su partida, queremos recodarles la verdadera razón de ser y de egresar de
nuestra universidad: nuestra misión IBERO para lograr una sociedad justa,
incluyente, igualitaria, productiva y sobre todo pacífica. Una sociedad feliz.
Soy egresada de la carrera de Nutrición;
y en esta universidad he aprendido que cuando se levanta la mano para
cuestionar o criticar la manera en la qué hacemos las cosas, y los retos que
como país enfrentamos, se abre siempre una puerta para participar y tratar de
transformar esa realidad.
En mi último semestre, pregunté si el
programa de reparto de leche a niños de la Sierra Tarahumara, que era asesorado
por la IBERO, iba a realmente mejorar la vida de esos niños. Meses después,
recibí una llamada de la Ibero. Me pidieron apoyo para dar un taller de Nutrición
en la Tarahumara. Con boleto de ida y vuelta.
Pero no pude regresar.
Me quedé 9 años en la Sierra; armé un
equipo multidisciplinario y convertimos el programa de leche, en una estrategia
de nutrición y seguridad alimentaria; pero para esto primero tuvimos que
recuperar el agua -porque sin agua no
hay nada-. En pocos años logramos que más de mil personas tuvieran agua y suelos
para cultivar alimentos, y la estrategia se sigue replicando.
Pero llegó la explotación minera a cielo
abierto y con ella la contaminación con arsénico a las fuentes principales de
agua; llegó el narcotráfico; la impunidad y la corrupción. Llegó la violencia y
el toque de queda.
Recordamos
que sin paz, tampoco hay nada.
La segunda vez que cuestioné nuestro
papel como comunidad IBERO fue en la ceremonia del Premio Compromiso Social que
recibí. Cuestioné nuestro papel como egresados para revertir el daño a nuestra
sociedad. La respuesta fue una invitación para contender a las elecciones como Presidenta
de la Asociación de Egresados: la ASEUIA.
La ASEUIA, se fundó hace 30 años, y aquí
estamos. Esta Asociación nos sigue convocando en torno a la universidad como si
fuera el primer día. Los invitamos a ser
parte activa de ella, y que su salida de la IBERO sea su ingreso a las filas de
los egresados activos; y que así como hoy están demostrando su compromiso al
terminar un ciclo académico, sea hoy también el inicio para que ese mismo
compromiso nos impulse en la Asociación.
Hace unos días platicando con un
egresado de la primera generación de la licenciatura de Administración de Empresas,
me decía que su mayor logro hacia la sociedad era haber generado 10 mil
empleos. Sin duda una gran respuesta a una necesidad; pero el reto que hoy requiere
nuestro país es mucho mayor; porque no sólo se trata de indicadores
cuantitativos. Necesitamos ver a las personas por encima de las utilidades.
Al día de hoy, somos 35 asociaciones de
egresados por programa académico, 5 capítulos nacionales y 2 internacionales.
En los últimos dos años, hemos concentrado
nuestras acciones en torno a 3 ejes temáticos:
1) Emprendimiento y Negocios con impacto
social,
2) Movilidad social y combate a la
desigualdad, y
3) Política y cultura ciudadana.
Discutimos una propuesta de ley
ciudadana, hemos hecho foros sobre candidaturas independientes, inventamos el
día E, el día de los Egresados IBERO, entregamos recomendaciones en el palacio
de gobierno para la formulación de la Carta Magna de la Ciudad de México.
Fuimos testigos de la construcción de la
plataforma IMPULSA IBERO. Un espacio de participación colectiva que a egresados
y a personas que confían en nuestra universidad, nos permite, con 4 clics, impulsar
los proyectos de la Ibero que buscan transformar nuestro país, en una sociedad
mejor para todos. Los invitamos a sumarse y a IMPULSAR estas iniciativas en impulsa.ibero.mx
Este es el momento de reconstruir y
replantear lo que quieren que sea su casa, su México.
Tengan muy presente que ser IBERO es
responsabilizarse por la sociedad y el otro: nuestro espejo.
Ser IBERO es ser consciente y apoyar a
la comunidad.
Ser IBERO es entregarse a la nación
buscando el bien común.
No es momento de seguir culpando a los
otros por el México que tenemos.
No hay tiempo para excusas.
Las herramientas para actuar ya las
tenemos: Ustedes
Porque ustedes:
Son el presente.
Son IBERO.
Son México.
¡Muchas felicidades!
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