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| Mtro. David Fernández Dávalos, S.J. |
Sacerdote jesuita, su misión es servir a la fe y promover la justicia. Rector de la Ibero Puebla de 2008 a 2013, es amante del cine y la literatura, y se preocupa por la pobreza creciente y extrema en el país, el desempleo, la violencia en México, el empleo precario, la situación de abandono de los jóvenes, las violaciones a los derechos humanos y la injusticia en general, pues en su opinión esto contradice el plan de Dios para nuestra realidad.
Impulsado día con día por el seguimiento del Señor Jesús y las mejores causas de la humanidad: la justicia, la verdad, la felicidad, la libertad, David Fernández encuentra mucha satisfacción en la construcción de situaciones donde se viva plenamente la humanidad. En el plano individual disfruta estar en compañía de sus seres queridos, leer un buen libro o conmoverse con la sensibilidad del ser humano en general.
Para quien fuera director del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez de 1994 a 1998, tres serán los objetivos principales que perseguirá su Rectorado: la mejora de la calidad académica, de la formación integral de los estudiantes y del compromiso social de la Ibero como institución humanista.
De acuerdo al maestro Fernández Dávalos, receptor del premio Human Rights Watch en 1996, una casa de estudios contribuye a crear un país mejor cuando lo hace universitariamente: con una docencia, una investigación y una vinculación con pertinencia social. La forma de lograr esto es con una docencia que forme personas críticas, libres, comprometidas, capaces de transformar, conscientes; una investigación que esclarezca los problemas sociales fundamentales, pero que al mismo tiempo ofrezca soluciones que puedan ser gestionadas junto con los diferentes actores de la sociedad.
De esta forma, la universidad es un actor social que transforma la realidad, pues tiene conciencia de lo que su país necesita y orienta todo su quehacer académico a atender esas necesidades sociales.
Presente y a la vez futuro de la sociedad, sin duda los jóvenes han sido descuidados por las instituciones públicas, por las empresas, y cada vez tienen niveles de vida cada vez más precarios, sin certeza en el futuro, opina el maestro en Sociología por la Ibero Ciudad de México y defensor de los derechos humanos.
Aunque en ocasiones parezcan desorientados o no tener un sentido claro de la vida, los jóvenes, asegura el maestro Fernández Dávalos, tienen mucho arrojo y generosidad, además de ser dueños de un idealismo irreductible.
En cuanto a los estudiantes de la Ibero, muchos de ellos ha tenido más oportunidades que la mayoría de los jóvenes, lo que les ha dado la ventaja de contar con más habilidades, recursos y destrezas. Por lo tanto, opinó el Fundador de Movimiento de Apoyo a Niños Trabajadores y de la Calle (Matraca) AC, en Xalapa, Veracruz, los universitarios de la Ibero, generosos, arrojados, idealistas y mejor equipados para la vida, tienen más responsabilidades frente a la realidad y las situaciones de necesidad.
En opinión del próximo Rector (el decimoséptimo en la historia de la Ibero), el trabajo es un servicio a los demás que dignifica al ser humano, lo hace útil más allá de lo inmediato y lo hace contribuir a la construcción del Reino de Dios.
“En el trabajo nunca vamos solos, sino con compañeros y compañeras con quienes coincidimos en un trecho en el camino, entonces la idea es que colaboremos del mejor modo posible, con calidez, con servicio”, subrayó.
-Su mensaje a la comunidad- "Con mi rectorado se está abriendo una nueva etapa. Quiero trabajar muy cerca de todos los miembros de esta comunidad universitaria, quiero trabajar con cada uno y cada una de ellas. Entonces los invito a re-entusiasmarnos con la misión de la Universidad, con el ideario de nuestra institución; los llamo a la confianza, a trabajar juntos y a ser optimistas. Nuestra Universidad tiene mucho, mucho qué aportar en la construcción de una realidad más humana, más fraterna, más justa, más libre, más feliz, más ‘como Dios manda’. Estamos en el camino y vamos a coincidir en este trecho. Tenemos mucho qué hacer".
Fuente: Revista Comunidad Ibero
Impulsado día con día por el seguimiento del Señor Jesús y las mejores causas de la humanidad: la justicia, la verdad, la felicidad, la libertad, David Fernández encuentra mucha satisfacción en la construcción de situaciones donde se viva plenamente la humanidad. En el plano individual disfruta estar en compañía de sus seres queridos, leer un buen libro o conmoverse con la sensibilidad del ser humano en general.
Para quien fuera director del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez de 1994 a 1998, tres serán los objetivos principales que perseguirá su Rectorado: la mejora de la calidad académica, de la formación integral de los estudiantes y del compromiso social de la Ibero como institución humanista.
De acuerdo al maestro Fernández Dávalos, receptor del premio Human Rights Watch en 1996, una casa de estudios contribuye a crear un país mejor cuando lo hace universitariamente: con una docencia, una investigación y una vinculación con pertinencia social. La forma de lograr esto es con una docencia que forme personas críticas, libres, comprometidas, capaces de transformar, conscientes; una investigación que esclarezca los problemas sociales fundamentales, pero que al mismo tiempo ofrezca soluciones que puedan ser gestionadas junto con los diferentes actores de la sociedad.
De esta forma, la universidad es un actor social que transforma la realidad, pues tiene conciencia de lo que su país necesita y orienta todo su quehacer académico a atender esas necesidades sociales.
Presente y a la vez futuro de la sociedad, sin duda los jóvenes han sido descuidados por las instituciones públicas, por las empresas, y cada vez tienen niveles de vida cada vez más precarios, sin certeza en el futuro, opina el maestro en Sociología por la Ibero Ciudad de México y defensor de los derechos humanos.
Aunque en ocasiones parezcan desorientados o no tener un sentido claro de la vida, los jóvenes, asegura el maestro Fernández Dávalos, tienen mucho arrojo y generosidad, además de ser dueños de un idealismo irreductible.
En cuanto a los estudiantes de la Ibero, muchos de ellos ha tenido más oportunidades que la mayoría de los jóvenes, lo que les ha dado la ventaja de contar con más habilidades, recursos y destrezas. Por lo tanto, opinó el Fundador de Movimiento de Apoyo a Niños Trabajadores y de la Calle (Matraca) AC, en Xalapa, Veracruz, los universitarios de la Ibero, generosos, arrojados, idealistas y mejor equipados para la vida, tienen más responsabilidades frente a la realidad y las situaciones de necesidad.
En opinión del próximo Rector (el decimoséptimo en la historia de la Ibero), el trabajo es un servicio a los demás que dignifica al ser humano, lo hace útil más allá de lo inmediato y lo hace contribuir a la construcción del Reino de Dios.
“En el trabajo nunca vamos solos, sino con compañeros y compañeras con quienes coincidimos en un trecho en el camino, entonces la idea es que colaboremos del mejor modo posible, con calidez, con servicio”, subrayó.
-Su mensaje a la comunidad- "Con mi rectorado se está abriendo una nueva etapa. Quiero trabajar muy cerca de todos los miembros de esta comunidad universitaria, quiero trabajar con cada uno y cada una de ellas. Entonces los invito a re-entusiasmarnos con la misión de la Universidad, con el ideario de nuestra institución; los llamo a la confianza, a trabajar juntos y a ser optimistas. Nuestra Universidad tiene mucho, mucho qué aportar en la construcción de una realidad más humana, más fraterna, más justa, más libre, más feliz, más ‘como Dios manda’. Estamos en el camino y vamos a coincidir en este trecho. Tenemos mucho qué hacer".
Fuente: Revista Comunidad Ibero
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