Universidad Iberoamericana. Mayo 19, 2015
Discurso Adriana de la Peza Vignau
Presidencia de ASEUIA 2015-2017
Muy buenas tardes a todos,
En nombre de la Asociación
de Egresados de la Universidad Iberoamericana queremos hacerles un
reconocimiento muy especial y felicitarlos a cada uno de ustedes por el
esfuerzo que han hecho en los últimos años para lograr obtener un
postgrado de esta, nuestra casa de estudios.
Las desveladas, los
trabajos, las horas interminables de análisis y de estudio, las lecturas
en el tráfico, el café de noche y de madrugada, la redacción de sus tesis en
medio de cargas laborables, o en medio de las tareas de los hijos, además de la
dedicación y el resultado de sus investigaciones, hablan sin duda del
compromiso que han tenido para llegar hasta aquí. Muchísimas
Felicidades.
Nos sentimos muy orgullosos
de ustedes y de que hoy, 299 personas hayan logrado culminar un grado de
especialización porque México requiere del esfuerzo y entrega de personas que
pongan al servicio de nuestro país sus talentos, capacidades y experiencia.
Enfrentamos
un México complicado: Más de la mitad de la población está en condiciones de
pobreza y sin la garantía para ejercer sus derechos humanos. Las condiciones de
esta mayoría la hacen presa de manipulaciones políticas. La violencia y la
inseguridad van en aumento. La corrupción y la impunidad son sistémicas. El
Estado está debilitado en su capacidad de liderazgo. El desarrollo económico
social es limitado para la mayoría, y nuestra sociedad civil se encuentra
desarticulada.
Creemos firmemente que para
transformar este entorno necesitamos fortalecer en la práctica la misión de la
Ibero para contribuir al logro de una sociedad más libre, solidaria, justa,
incluyente, productiva y pacífica.
No
cabe duda que dentro de la comunidad de egresados de la Ibero muchos han sido y
siguen siendo agentes de cambio, líderes en sus ámbitos de acción profesional,
pero “aquí entre nos” como dicen… nuestra práctica está desvinculada,
perdiéndose el enorme potencial que representa la sinergia de una red de
egresados que contribuya al desarrollo de nuestro entorno y el de la sociedad
en la que estamos inmersos.
Hace poco vinieron a
visitarnos de la Universidad Javeriana de Colombia para compartirnos una
experiencia en la que lograron que diez de las dieciocho facultades que
la conforman, participaran en el desarrollo de un proyecto en
barrios marginados de ese país, logrando la vinculación con egresados,
organizaciones de la sociedad civil y gobiernos, y mostrando una excelente
experiencia de coordinación para potenciar esfuerzos. Es decir, con ganas
y haciendo lo colectivo, historia propia…. se puede.
Entre otros, Mujica
habla de globalizar la felicidad y no la acumulación de capital.
También se habla de que “Así como el mandamiento de ‘no matar’ pone un límite
claro para asegurar el valor de la vida humana, hoy tenemos que decir no a una
economía de la exclusión y la inequidad”. Esa economía mata.”[1]
Pensemos en la posibilidad
de generar otros sistemas más equitativos y felices para todos. La
profesionalización y los títulos que hoy se llevan, representan una excelente
oportunidad para articular cambios estructurales que transformen a México. Es a
través del conocimiento y su aplicación como podemos salir adelante.
No se vayan sin recordar que
llevan en sus títulos la misión de la Ibero, que hoy más que nunca, estamos
haciendo un esfuerzo por ser una universidad volcada hacia la justicia y la
incidencia social, y que eso debe quedarse en el quehacer de todos los días.
Ayer eran los pasillos de la
Ibero para presentar sus tesis doctorales y de maestría, hoy los invitamos a la
Asociación de egresados de la Universidad Iberoamericana……Los invitamos a
acercarse, a conocer nuestras líneas de trabajo porque nos entusiasma mucho la
posibilidad de contar con su experiencia y su conocimiento para construir
mejores alternativas para todos.
Bienvenidos a ésta, Su Asociación
de egresados y nuevamente…Muchísimas Felicidades!....
[1]
(Francisco
Bergoglio, Evangelii Gaudium, primera
exhortación apostólica de su pontificado sobre el anuncio del Evangelio en el
Mundo Nuevo, 142 páginas, Roma, Italia, 24 de noviembre, 201).
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