Para abrir la discusión, Juan
Carlos Henríquez, Director del Centro de Experimentación y Pensamiento Crítico
de la Ibero habló sobre el potencial del estudiante como actor político, sobre
su fuerza y energía que suele ser invisibilizada por el capitalismo, sistema que
tiende a considerarlos como meros candidatos del mercado laboral y no como
promesas para la transformación social Concluyó que “los estudiantes tienen la
responsabilidad de recuperar su fuerza política”.
Por su parte, Alejandro
Ordoñez, Co-director del área de participación en la asociación Mexicanos
Primero, resaltó que en México tenemos un sistema educativo fallido, que se
convierte en un sistema de control, donde es difícil que los estudiantes puedan
decidir sobre sus acciones. Mencionó que es importante que los jóvenes se den
cuenta de qué les incómoda, lo sientan y entonces hagan algo al respecto.
Para José Luis Cruz,
Presidente de la Asociación de Egresados de Relaciones Internacionales, la participación surge a partir de la incomodidad.
Para motivar la participación ciudadana es necesario también tener claro hacia
dónde vamos. Resaltó que las sociedades de alumnos y las asociaciones de
egresados tienen un papel muy importante en la Universidad, porque “forman más
que las materias gracias a todos los proyectos sociales que tienen”. La
Universidad es más que las aulas.
Los estudiantes presentes
manifestaron una gran inquietud: cómo motivar a otros compañeros a involucrarse
en proyectos sociales. Pedro Casas Alatriste, alumno de Economía y miembro de la Sociedad de
Alumnos de este programa académico, preguntó
¿Cómo incentivarlos, cómo lograr que participen? Opina que una forma es
“presentarles la oportunidad para hacer las cosas” y eso se logra en la
Universidad.
Los alumnos concluyeron que
en la Universidad Iberoamericana han podido involucrarse en proyectos sociales
y organizar eventos, lo que les ha permitido sensibilizarse aún más ante la
realidad de desigualdad que se vive en nuestro país.
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